En la tarde de ayer abríamos la presente edición del Sunset Wine Toledo organizada por el Ayuntamiento. La lluvia y las nubes amenazaban la cata programada en la explanada del Monasterio de San Juan de los Reyes, al pie de un hermoso miradero en la cuenca del Tajo sobre el puente de San Martín. Pero la suerte no fue mala en absoluto, nos deparó una experiencia única. Cambiamos las vistas del atardecer de Toledo por las incomparables del claustro de este majestuoso monasterio.
Una gran oportunidad para los más de sesenta asistentes para poder embelesarse con dos grandes tesoros ensamblados: vinos Martúe y este incomparable monumento nacional. Los agraciados pudimos disfrutar de una cata vertical de los tres grandes vinos tintos de pago que nos ofrece esta bodega (Martúe, Martúe Especial y Martúe Sirah) y sentir cómo va cayendo la noche en el majestuoso claustro.
¡Una real gozada inigualable!
PD. Agradecer a los guardeses franciscanos el brindarnos esta oportunidad y la gran deferencia y amabilidad con la que nos trataron.